Como en Madrid, tras varios meses de documentación y preparativos, las actividades con público comenzaron en Granada el 7 de octubre de 2017 con el paseo “En busca de las granaínas: de la casa a la escuela”.

Su punto de inicio no fue elegido al azar, porque la Plaza Isabel la católica
- se ubica sobre el río Darro, esencial para las comunidades que se han asentado históricamente en el territorio;
- en el punto donde convergen los barrios históricos asociados a la población judía, musulmana y cristiana;
- donde acaba la Gran Vía, uno de los primeros ejemplos de la gentrificación de Granada
- y junto a un monumento que representa la historiografía hegemónica y a quienes sí se ha incluido en el discurso histórico bajo el sesgo androcéntrico y clasista.
Era y es el punto idóneo para empezar a compartir la historia invisibilizada protagonizada por las mujeres y para desmontar estereotipos sobre las granaínas.
Un lugar muy reconocible para toda la ciudadanía y presente en el imaginario colectivo que se presta a ser resignificado y analizado desde el pensamiento crítico.
Uno de los objetivos de la actividad es generar otros recuerdos asociados a los espacios que transitamos para que incluyan la historia de las mujeres y las experiencias que se compartan durante el paseo, de manera que cuando en nuestra cotidianidad volvamos a pasar por estos espacios, reconozcamos la presencia activa de las mujeres granaínas en la vida de la ciudad.
Con este itinerario repasamos la configuración social de las diferentes poblaciones que vivieron en Granada, la esclavitud femenina, el trabajo doméstico, los espacios con agua, los mercados, los oficios femeninos y el desarrollo de la educación femenina en la ciudad.

Tras varios años, seguimos disfrutando de cada paseo tanto como el primero, nos encantan que se generen reacciones de emoción, sorpresa y curiosidad, escuchar las aportaciones sobre las lavanderas y las parteras, cómo era la vida en los mercados de antesdeayer y las reflexiones en torno a la pérdida de oficios tradicionales y comercios de proximidad, contextualizando el pasado y observando los paralelismos con nuestro presente.
Darnos el tiempo necesario de recorrer las ciudades sin prisa, repensando los espacios y sus usos con enfoque feminista y debatiendo con otras personas en un entorno seguro es un plan muy recomendable que esperamos seguir realizando en vuestra compañía.
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